La semana pasada fui a una clase de cocina y aprendimos a hacer galletas, pero en lugar de usar moldes dibujamos la figura que quisieramos, así que como fan No.1 de los gatos, hice una carita de gato... entre otras galletas. Por supuesto mi esposo recibio una galleta especial este día.
Algo que vale la pena comentar, es que las aulas de cocina estan realmente muy bien equipadas, cada mesa tiene debajo las gabetas con todos los utencilios necesarios, amplio espacio para trabajar, y la mesa de la maestra tiene un espejo encima, para que las alumnas puedan ver en el reflejo lo que ella esta haciendo. Además de tener varios hornos y trastos suficientes para refaccionar despues, además del comedor por supuesto.